martes, 14 de abril de 2009

JUGANDO CON TU PECHO

Soñaba con ellos desde que vi tu foto en aquella página de internet. Bajo la camiseta roja de tirantes se marcaban tus pezones duros. Una noche me contaste que la foto te la hiciste después de liarte con un tío en una discoteca y llegar a casa con un calentón monumental.

No podía dejar de pensar en ellos. Pensaba en como sería acariciar tus pezones con mis dedos, tras haberlos acercado a tu boca para que me los chupases. Con tu saliva acariciaría la aureola de tu pezón, sin llegar a tocarlo, pasando mis dedos por el borde y notando como tu respiración se agita a cada segundo.

Mi mano bajaría suavemente por tu cuerpo, recorrería tu vientre y llegaría a tu tanguita, metiendo mi mano por arriba y acariciando tu clítoris… para notar rápidamente tu humedad y bajar mis dedos a tu coñito húmedo. Metería mis deditos y los empaparía en ti para volver a tus pezones. Los veo aun más duros y gordos que antes, pero me resisto a tocarlos. Me centro en tu aureola, la acaricio suavemente con la yema de mis dedos y dejo que se deslicen en círculos por ella.

Vuelvo a mojar mis dedos en tu coño y compruebo que estas chorreando. Muy a tu pesar, saco mis dedos de ti y vuelven a tus pechos donde comienzan a deslizarse de uno a otro, haciendo más presión al pasar por tu canalillo. Acerco mi boca a la tuya y te beso, notando tu excitación en tu boca, pues tu lengua me ataca sin tregua. Me incorporo sobre ti y te beso la oreja, me deleito pasando mi lengua por ella y mordiéndote ligeramente. Mi pecho nota como se clavan tus pezones muy duros, muy tiesos, muy grandes….totalmente excitados. Aprovechas que mi oreja esta cerca de tu boca y me suplicas que te los coma, me ruegas, entre gemidos, que me los coma. Quieres dármelos y yo, gustoso, los acepto.

Vuelvo a bajar a tu pecho y comienzo de cero. Empiezas a sentir que es una tortura, pero primero recorro con mi lengua la aureola de tu pezón derecho, mientras mi mano traza círculos sobre la aureola del izquierdo. Paso mi lengua ligeramente sobre tu pezón y noto como un escalofrío recorre tu espalda.

Por fin decido meterme tu pezón en mi boca. Aparto mis dientes y trato de tener la mayor parte de tu pecho dentro de mí, empezando a empaparte de saliva. Mi lengua gira libre sobre tu pezón y noto como crece aun más. Lo suelto con un gran “ploff” y me dirijo al otro, porque veo que es un envidioso y empieza a querer el mismo tratamiento.

Lo meto directamente en la boca, haciendo ventosa para tener dentro de mi todo tu pecho, succiono con fuerza y noto como tu cuerpo se tensa, lo suelto y vemos el increíble tamaño que ha cogido tu pezón… me susurras excitada que nunca lo habías tenido así y te contesto que me calienta muchísimo ver así tu pezón.

Vuelvo a bajar a tus pechos y con mis dientes atrapo uno de tus pezones. Con suavidad, no te muerdo, pero si notas como marco mis dientes en tu piel. Suavemente empiezo a mover mi cabeza a derecha e izquierda. Haciendo que mis dientes rocen constantemente mi pezón sin hacerte daño. Comienzas a agitarte más y más, tu respiración se agita y tu espalda se tensa, sujetas mi cabeza con mis manos y me basta acariciar tu clítoris un poco para notar como varios espasmos, fuertes y salvajes, inundan nuestra cama…

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