sábado, 29 de mayo de 2010

Rápido e inesperado - Relato erótico para los/as que vuelven del trabajo

Entre silencioso en casa, cerré la puerta con mucho cuidado y me quite los zapatos para no hacer ruido. Sigiloso camine por el pasillo, recordando la posición exacta de cada uno de los muebles. Te vi al final, en nuestra habitación, con sólo de la lámpara del ordenador como luz.

Deje a un lado los zapatos y proseguí mi camino silencioso hasta llegar a ti por detrás, te observe y vi que estabas sin pantalones, mirabas embelesada una página sin percatarte de mi presencia, hasta que repentinamente gire la silla para dejarte frente a mí.

Tu grito inicial se convirtió rápidamente en una mirada cómplice y traviesa que se incremento a medida que me arrodillaba frente a ti para bajar tu tanga transparente que apenas dejaba nada a la imaginación.

Mis dedos se enrollaron en los elásticos del tanga y comencé a bajarlo hasta que quedo en tus tobillos. De rodillas abrí tus piernas y te acerque al borde de la cama para comenzar a recorrer con mi boca los labios de tu vagina.

Ayudado con una de mis manos, poco a poco fui abriendo los carnosos labios y mi lengua comienza a disfrutar de tu más íntimo sabor.

Uno de mis dedos se abre hueco dentro de ti y comienza a recorrer tu vagina por dentro, cada recoveco, cada pliegue de piel es acariciado por mi dedo, mientras mi lengua rodea tu clítoris que noto cada vez más duro.

Un segundo dedo acompaña al primero y entran y salen a la vez de tu vagina, haciendo fuerza en la parte superior, la que choca con el clítoris, provocando tus primeros gemidos y temblores.

Tus manos aprietan mi cabeza contra tu pubis, me entrego totalmente a saborear todo lo que me ofreces y mientras tus gemidos se incrementan mi lengua deja de rodear tu clítoris para apretarlo directamente y succionar con extrema delicadeza pero con firmeza y fuerza.

Un tercer dedo entra en tu interior y tardo poco en notar como tu cuerpo se tensa adelanto de tu orgasmo que no tarda en llegar acompañado de un gemido seco y ronco por tu parte.

Seguiremos excitando